domingo, 27 de abril de 2008

Mi angustia

Cronos aumenta la velocidad de sus pasos
en su búsqueda incansable por devorar mi existencia.
Mis pies no hacen más que apurar, asiduamente
el próximo centímetro del camino.
Ya mis piernas se cansan, se ven exhaustas ante este incesante acoso

El horizonte aparece allí en frente,
ya no creo alcanzarlo.
He perdido esa esperanza absurda
que me obligaba a ver un paraíso eterno.

La presión sobre mi estomago vacío ya es insoportable,
viendo a los míos caer a mi lado
quedando allá atrás, en la garganta de cronos,
paralizados de insignificancia para algunos que siguen corriendo.
Sin embargo mi tentación suele ser mirar hacia atrás
en un intento siempre in fortuito
de rescatarte de esa maldita garganta.

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